Prestó Servicios en ese Centro Asistencial por Casi 50 Años
CON RESPONSO: FUNCIONARIOS DEL HOSPITAL PADRE BERNABÉ DE LUCERNA DESPIDIERON A ESTIMADA Y QUERIDA COLEGA

20/12/2011
La Matrona Tily Rivas, actual Directora del Hospital Padre Bernabé de Lucerna en Panguipulli, dio a conocer una reseña histórica con capítulos desconocidos para muchos a cerca de la labor profesional de Ruht Kindley Catalán.

Ruht Kindley Catalán

A través de El Diario Panguipulli.cl la profesional señaló: “Era el 1 de enero del 1963 cuando Ruth llegó a este Hospital. Sor Mercedes era la Directora Ruth tenía 17 años, una niña que venía de la escuela agrícola misional de San Juan de la Costa, donde recibió preparación para ir a continuar sus estudios a la escuela agrícola de Temuco.

No sabía que el resto de su vida transcurriría en Panguipulli. Ejerció su trabajo en todos los Servicios del Hospital. Conocieron de su carácter y su entrega al trabajo en Pabellón, Lavandería, Externo, las Medicinas.

Dueña de un lenguaje particular todos supimos alguna vez de “las eminencias”, “los machucaos”, “la paja molida”, “los cerebros”, “las jefas”, “el chancao de las 10”.

Finalmente fue la Farmacia su reino, allí era dueña y señora. Entre medicamentos, sueros, agujas y flebos se hacía respetar por todos. Imperturbable en su labor, responsable, aplicada y correcta. Muy cercana a las Hermanas Maestras de la Santa Cruz, siempre tuvo puesta la camiseta por el Hospital. Nunca quiso estudiar más, “para que no le dieran más responsabilidades,” decía.

Perteneció en su vida laboral a los dos sindicatos que ha tenido el personal, siendo secretaria en el primero de ellos. A pesar de su apariencia dura y directa tenía una gran sensibilidad y cercanía con los niños, lo que queda en evidencia con la cantidad de ahijados y comadres que tenía.

Más conocida era su capacidad de empatía con la gente del campo, sobre todo los más humildes, para los que nunca faltó alguna gestión en su favor, era su asistente social. Miembro de la Junta de Vecinos de Cultruncahue se encargaba que los niños de ese sector siempre tuvieran globos y dulces para Navidad.

Muchos desconocíamos hasta ahora su capacidad para ayudar a quien la necesitara. Tendió una mano incondicional al necesitado sin aspavientos, sutilmente. Amiga de sus amigas, Chelita conoció a la verdadera Ruth con la que compartió su casa. En nombre de esa amistad Chelita le brindó sus cuidados y atención hasta el último momento. Conocimos también de su gran amiga Cecilia a la que quiso como una hija, la que acompañó a Ruth en su duro y doloroso proceso final.

Y también su amistad con Sandra que surgió de la vecindad de sus lugares de trabajo. Esta recibió sus sabios y simples consejos pero también un merecido reto cuando la ocasión lo ameritaba.

Su carácter fuerte no fue impedimento para ser una gozadora de la vida, del buen comer, del buen beber, de las buenas rancheras, “la vida es una sola” decía y “hay que vivirla día a día”

Cuando el personal femenino vivía interno en la casona, Ruth era la cabecilla de algunas maldades inocentes. Semanalmente se hacían convivencias, con permiso hasta las 10 de la noche. Para poder prolongar la fiesta tapaban las lámparas para que no se notaran desde el exterior. No conformes con esto bajaban las ramas de los castaños que estaban por delante de la casa, colgándoles peso, para no ser vistas desde afuera. ¡¡Así era la Ruth!!

Su personalidad fuerte la impulsaba a seguir adelante, a no dejarse amilanar por las dificultades. Es así como “el roble” enfrentó con resignación y entereza la enfermedad que le tocó, la que no minó su carácter.

Ruth, querías esperar a Sor FRANCISCA para descansar, pero faltaba todavía una semana para su regreso, Dios quiso que te fueras antes, pero ella ha estado rezando para que descanses tranquila.

Te despedimos hoy compañera en la seguridad que viviste la vida que tu quisiste vivir"

"Descansa en Paz Ruth Mercedes Kindley Catalán”.

<<<Volver