Sus Funerales se Efectuaron en Purulon
EN EMOTIVA DESPEDIDA SE CONOCIERON LAS VIRTUDES DEL HOMBRE PÚBLICO, MILITAR Y ABOGADO; SEÑOR FERNANDO MONTALDO BUSTOS

Fernando Montaldo Bustos. Q.E.P.D.

21/10/2010 Por Roger Pérez Ulloa, Fotografías Rodrigo Bravo Saldes y Apuntes biograficos Patrico Thomas Soto. Producción El Diario Panguipulli.cl.-

Lo más probable es que el gran porcentaje de la comunidad asocie a este gran SEÑOR por sus servicios  judiciales y sociales, pero la verdad fue mucho más que eso, como se ha conocido desde que se supo de su deceso.

Alfredo Beck, amigo

Una reacción captada por el Diario Panguipulli. Cl fue la de su entrañable amigo Alfredo Beck : “ fui su amigo desde que fue Director del Registro Civil, fue una excelente persona toda la vida, muy buen amigo mío, tuvo una inmensa cantidad de roles en su vida de funcionario público como abogado, como juez, como alcalde, y finalmente acá en Panguipulli también ancló en el tribunal, siempre recordado por toda la gente por su amabilidad, su caballerosidad que lo distinguió, fue un gran rotario, yo león, pero jamás dejamos la amistad por ello, nos entendíamos perfectamente. Cuando iba a Valdivia para practicar la “Visita de Cárcel”, pasaba a la casa para practicar nuestra amistad, hoy lo siento mucho, lo extrañaré, pero está durmiendo tranquilo y nosotros con mi esposa, que tenemos muy buenos recuerdos suyos, ahora  los mantendremos y los atesoraremos en lo que valen”.

Funcionarios del poder judicial en Misa de despedida

Hoy fueron sus funerales de los que la primera parte se vivió en la ciudad donde se ofreció una Santa Eucaristía presidida por el Cura Párroco, cita a la que llegaron las familias afectadas, los rotarios, la Fiscalía Local, algunos funcionarios del Juzgado de Garantía, y amigos más cercanos.
Finalizada la misa hubo oradores, en primer término, uno de sus hijos, Rodrigo, el que hizo remembranzas de las bondades que tuvo como padre amante de sus retoños, habló casi poéticamente de su querido PAPANDITO como le decían.
Luego lo hizo su esposa quien hizo una reflexión sobre el amor que sostuvieron, alabó su amistad, su respeto mutuo y el reconocimiento al hombre que “conocí muy tarde en su vida, al que quise como mujer, convirtiéndome de a poco en su hija, asimilando sus enseñanzas y finalmente cuidándolo como un muy querido tata”; terminó agradeciendo a todos por su compañía y aliento continuo en un momento como este.

Fernando Montaldo Bustos encabezando desfile militar en Arica, 1949

Salvador Thomas, amigo y rotario,  en el inicio de su intervención comentó que había recibido un llamado telefónico del Comandante a cargo del Cuerpo Militar del Trabajo el que junto con enviar sus condolencias le mencionó que de haber tomado conocimiento antes, habría enviado un destacamento para rendirles los honores militares  que se mereció largamente, pero que ello quedaba pendiente.

Salvador Thomas Riadi, rotario y amigo

Salvador Thomas Riadi, resumió en su discurso de despedida las virtudes, del esposo, padre de familia, militar, abogado y hombre público, Fernando Montaldo Bustos: “Basándonos en tus memorias, de las cuales muchos podemos dar crédito en persona, haremos una breve reseña de tu historia, llena de grandes e interesantísimos momentos.

En esta ocasión en que nos dejas, damos gracias a Dios por haberte tenido con nosotros, por haber compartido tus experiencias y por haberte comportado en todo momento como un gran padre, un muy buen amigo, y en lo profesional, como un gran elemento de este mundo.

Tu infancia y adolescencia la viviste de forma normal, fuiste el 7º de tus hermanos, número con el que te identificaste incluso en tu cédula de identidad.
Tus estudios los comenzaste en la escuela del barrio Recreo (Viña del Mar), luego pasaste por Arica, volviendo a Valparaíso y Viña del Mar. Ello, junto con la educación entregada por tus padres, fueron el pilar de tu vida, lo que te permitió ingresar a las filas del Ejército de Chile, de donde egresaste con la primera antigüedad de tu curso.

Fernando Montaldo Bustos en el Morro de Arica

Hacia el año 1940 ya eras teniente del Ejército, ese mismo año en que ganaste medalla de oro en 400 metros vallas, decides estudiar la carrera de Derecho en la que te destacaste enormemente, sobretodo en tu tesis de grado sobre “El servicio militar del trabajo”, lo que hoy conocemos como el Cuerpo Militar del Trabajo.

Presidente Carlos Ibañez del Campo despidiendo a Fernando Montaldo Bustos en momentos que viajaba a Italia para perfeccionamiento en Justicia Militar

Es aquí donde tuviste la consideración del Presidente Gral. Carlos Ibáñez del Campo, quien hizo de tu tesis la realidad de un país, los caminos que hoy vemos unir localidades remotas de nuestra patria, siendo tú, la piedra fundacional.

Desde los 16 a los 33 años perteneciste a las filas del Ejército de Chile, vida que jamás dejaste de recordar, pues mantuviste siempre el respeto y el criterio ejecutivo entregado por dicha institución. Tal como citas en tus memorias: “las actividades del ejército calaron hondo en mi mundo interior. A los 70 años sigo soñando, de repente, mandando tropas”. Eso lo dirías con igual tono en este día.

Capitán Fernando Montaldo Bustos, Oficial de Ejercito de Chile

Tu profesión militar, tu título de abogado, y tus ansias de conocer y aportar al mundo, te abrieron las puertas de par en par donde te plantaras… así viviste grandes sueños buscando tus raíces, pasando por Arica, Valparaíso, Valdivia, Temuco, Santiago, Villarrica, Nueva Orleáns, Chicago, Washington, Nueva York, Estocolmo,  Paris, Ámsterdam, Florencia, Torino, Milano, etc., llegando hasta Roma, pero todos los caminos te trajeron a Panguipulli, a este paraíso en que hoy descansas.
Dentro de tu interesante peregrinaje, fuiste consultor de Naciones Unidas, viviendo en Honduras, Panamá, Perú, recabando un sinnúmero de anécdotas que nos contabas en nuestras reuniones sociales… como la de la famosa “cholita”, donde todos estallábamos de la risa.

Tu vida fue interesante y ejemplar, fuiste un funcionario público que se ganó el cariño de sus trabajadores, ejerciendo el cargo que ejercieras… así tuviste la oportunidad de ser Director Nacional del Registro Civil e Identificación chileno por 12 años, del que creaste el primer carné de identidad plástico, adjudicándote el número 7 apenas tuviste la oportunidad, ya que era tu número preferido y marcaba tus diversas creencias.
7 fueron las palabras de Cristo en la cruz, 7 fueron los que convivieron en Arica, fuiste el séptimo de 9 hermanos, son 7 los pecados capitales (de los cuales dices haber participado en algunos pasajes de tu vida) – lo que no me consta- 7 eran las maravillas del mundo.
Con mucha “hilaridad” citas en tu memoria, que el día de tu funeral, todos se extrañarían de que haya muerto el “número 7”.

Pero, como amigos, podemos dar fe de que fuiste un 7 de verdad, sin necesidad de aquella cédula de identidad que nos mostrabas.

Dentro de los numerosos pasajes de tu vida profesional, fuiste Juez de Letras de Tocopilla, Secretario Municipal de Arica, Juez y Secretario de Juez de letras en el sur… terminando tu vida profesional, al mando del buque de la justicia en nuestro pueblo, Panguipulli.

En lo familiar podrán hablar mucho más tus hijos y Bárbara, pero a los demás  nos consta de que guardabas enorme respeto por quienes fueron tus compañeras de vida, tus cónyuges, y un cariño incontenible por tus hijos, como todo padre, sobretodo… por Raúl Fernando, los ojos de tu vida.

Familia Montaldo Bustos (angulo superior derecho, Fernando Montaldo)

Hace casi 20 años hiciste tus memorias, previendo los pasos finales anticipadamente, de esta hemos tenido la oportunidad de conocer gracias a tus hijos y nos tomaremos la libertad de compartir públicamente la última página de aquella:

“Estas memorias van dirigidas a mis hijos y a los nietos. Y a quienes deseo repetirles que la vida es un sendero, a veces pavimentado y con “dedalitos de oro” a la orilla del camino en tiempos de primavera; otras veces es un sendero cubierto de guijarros y de abrojos, donde las limitaciones y los obstáculos están en cada vuelta del camino. Es aquí donde nadie debe titubear, las dificultades son para salvarlas y dejarlas atrás.
El optimismo debe saber administrarse para lograr las buenas metas.
Nunca olviden que las emociones del corazón, son generalmente opuestas a las buenas razones. Me refiero especialmente a la vida sentimental.
Si hacéis un matrimonio, que dure toda la vida, y si en ese matrimonio se producen dificultades, hay que ser tolerante y saber vencer tales dificultades.
Lean, lean mucho. Seleccionen lo que van a leer. Hay cientos de escritores que nos entregan magníficos relatos de la vida y mejores experiencias.
Viajen, viajen todo lo que puedan. Así van acumulando nuevas imágenes sobre personas, costumbres, hábitos y nuevas geografías.
Guíen su vida sujeta a los valores morales. No hay mejores amigos que los propios hermanos; y si alguno sale díscolo, sean tolerantes.
Hay dos aspectos del alma que hay que saber administrarlos: la política y la religión. No sean jamás obcecados, prefieran no hablar de tales temas si ven que habrá oposición o réplicas.
No beban ni fumen en demasía.
Y en relación a las faldas… que sean siempre las de la propia mujer. Nunca olviden que hay atracciones fatales que conducen a mal puerto.
Sean simples en sus actitudes y en el hablar, los peces mueren por la boca, dicen en el país de Galicia.
Finalmente, hagan uso y abuso de las buenas relaciones humanas, se abrirán muchas puertas insospechadamente clausuradas.
Si existiere la reencarnación, quisiera ser gaviota, para volar sobre las playas y roqueríos de Con Con, donde tantas veces fuimos con los hijos y los sobrinos Aguirre y Montaldo Lorca... y para volver a ver los escenarios del Parque del Salitre, donde tantas veces dimos pruebas de ser mejores jugadores que los hijos de Aguirre R. por algo fuimos los “Pumas de Bilbao”.

Y, donde quiera que se encuentren, ríndanle homenaje a los padres. Nunca hubo para mí, mujer más digna que mamá Gume; jamás conocí un hombre más bondadoso que mi papá Guillermo.

Ojalá que mis hijos y nietos puedan vivir siempre en un ambiente de austeridad y, por sobretodo, de honestidad. Si yo hubiere nacido en un medio con falsos valores a mi alrededor, habría sido un timador de alta escuela…

Pero el naipe estaba barajado para ser abogado… y tal vez, lo más importante de este mensaje es que tengan como divisa en la vida, los valores que CRISTO nos legó y que constituyen grandes principios que deben orientar nuestra conducta.”

¡Este es tu legado amigo mío!
Ahora, descansa en Paz…
Adiós Amigo Fernando, nos veremos al otro lado de la vida”.

Fernando Montaldo junto a uno de sus hermanos, Alvaro. (foto archivo)

El último orador fue el hermano menor quien en breves palabras develó un secreto de niñez, el que nunca quiso (don Fernando) que se supiera, y que en esta crónica podemos resumir como la  “extraña pérdida de una torta” dispuesta para la celebración del aniversario de la Independencia del Perú en dependencias de un elegante hotel ariqueño que administraba su padre.-
Posteriormente los restos de Fernando Sergio Montaldo Bustos fueron trasladados hasta el camposanto del sector Purulon donde ya descansan por siempre.

<<<Volver